¿Cuántas cuentas regresivas hemos hecho en nuestra vida? Algunas veces por acontecimientos realmente
únicos como el cumplir mayoría de edad o el día de nuestra boda, otras veces
por cosas más simples como un concierto de algún grupo que realmente nos gusta
o inclusive cada semana hasta que llegue viernes para así poder descansar. El tiempo…
…El tiempo avanza de manera inexorable y es imposible que podamos modificar su
curso. No podemos lograr que transcurra más lento o más rápido, o pretender
guardar un poco para el futuro. Se
termina la cuenta regresiva y llega el día esperado y en un cerrar y abrir de
ojos todo se terminó. La espera…
…La espera nos ha de generar diversos
sentimientos y sensaciones. Cómo vivamos
la espera dependerá si lo hacemos en solitario o no, si es justa y explicada o
no, si es conocida y finita o no, y por supuesto si se tiene mucha o poca
ilusión puesta en que llegue el día o suceso.
Los sentimientos y sensaciones que nos generen pueden ser tanto positivos
como alegría, esperanza, sosiego, entusiasmo, etc., o pueden ser negativos como
impaciencia, miedo, desconfianza, nerviosismo, entre otros. Habrá ocasiones en que el negativismo nos
invada, sin embargo, a pesar de la incertidumbre que tengamos, debemos procurar
mantener nuestro pensamiento positivo y esperar con fe. El día esperado…
…El día esperado de cada uno es distinto al de los
demás porque cada uno tiene motivaciones distintas. Cada año nos entusiasmaremos por días
específicos, un ejemplo puede ser nuestro cumpleaños, aunque para algunos es un
día cualquiera, también añoramos nuestras vacaciones; para nosotros los
cristianos, La Pascua ha de ser un día de dichosa espera, es más, cada domingo
aspirar a encontrarnos al Señor también debería ser anhelado. También habrá años especiales donde
aguardaremos matrimonios, bautizos, primeras comuniones, graduaciones, promociones
laborales, entre otros. Cinco meses…
…Cinco meses parecen ser mucho, ¡cuántas cosas se
pueden lograr en cinco meses!, sin embargo, si lo vemos a razón de lo que ocupa
en el año, es menos de la mitad. ¿Qué
esperas tú que suceda en cinco meses? Yo
anhelo la Navidad, mi época del año favorita.
En primera instancia porque conmemoramos el nacimiento de nuestro Salvador, aquel que naciendo en un pesebre nos muestra que el ser humilde y
sencillo no nos quita riquezas, sino que el verdadero privilegio que tenemos es
la familia y el compartir con ellos. La
tradición…
…La tradición navideña varía de país y de familia
por supuesto. Para algunos la entrega de
regalos es de Papa Dios, otros del niño Jesús, otros a pesar de creer en Jesús,
le atribuyen los regalos a Santa Claus; de igual forma es diferente lo que
hacemos los días previos a la nochebuena y navidad. Muchos nos preparamos con
villancicos y posadas, en algunos lugares se hace dentro del templo, en otros
recorriendo las casas de la comunidad, haciendo conciertos navideños, decorando
nuestros hogares, comprando obsequios, preparando la deliciosa cena, en fin,
todo es inspirado por la alegría de lo que celebramos. Mis navidades…
…Mis navidades siempre fueron junto a mis padres y mi
hermana. Arbolito no siempre hubo, pero
el nacimiento o pesebre no podía faltar, al cual cada año se le debía agregar
aunque sea una figura. En nochebuena
preparábamos la comida para que estuviera lista temprano. En horas de la noche nos preparábamos para ir
a misa, al regresar esperábamos que se dieran las doce y nos felicitábamos
entre nosotros, buscábamos al niño y lo colocábamos en el pesebre y hacíamos
una oración en familia. Luego comíamos y
al terminar, hacíamos el intercambio de regalos y a dormir. Al día siguiente, abríamos los regalos y
entre visitas y más regalos de parientes, jugábamos todo el día. Al crecer…
…Al crecer muchas cosas cambian, como la navidad
es de los niños, ya no se reciben tantos presentes, y toca visitar a los más
pequeños de la familia y llevarle obsequios.
Además de estar con la familia, sueles compartir tu día con amistades y
pareja. Esta navidad…
…Esta navidad será especial, será la quinta navidad
que pasaré con el hombre que Dios me regaló como esposo. El primer año recién nos habíamos hecho
novios, pero recuerdo como simpatizó con mis padres, primos, abuelas y
tíos. El segundo, ya comprometidos en matrimonio, la
ilusión del futuro juntos era nuestro gran regalo. El tercero, ya con la bendición de Dios, en
nuestra propia casa, solos él y yo dando gracias a Dios. El cuarto, solos nuevamente, en un nuevo
hogar, en un país completamente nuevo, pero con Dios junto a nosotros. El quinto…
El quinto año juntos es el que esperamos. Seguimos lejos de nuestros padres y demás
familiares, pero Dios sigue con nosotros y Él nos ha prometido un regalo
especial, nuestro primer bebé. Nacerá en
navidad o unos días antes, sólo Dios sabrá, pero como fue la de María, nuestra
espera es dulce, llena de ilusión y esperanza, de alegrías y sueños, de amor y
confianza.
El tiempo pasará y la espera concluirá, llegará el día esperado y los
cinco meses en nada quedarán, la tradición navideña en ese niño seguirá y mis
navidades jamás volverán a ser igual, seguiremos creciendo, él crecerá, y si es
voluntad de Dios pasará un sexto, séptimo y muchos más años y bendiciones para
nosotros vendrán, pero sin duda alguna, esta navidad, jamás hemos de olvidar.
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