martes, 26 de abril de 2016

martes, 19 de abril de 2016

domingo, 17 de abril de 2016

Entrando a los 30

Una foto puede hacer mucho por ti. A raíz de una sesión de fotos que tuvimos ayer, tuve una pequeña crisis existencial. Resulta que quería que los tres combináramos pero algunas cosas se complicaron y en la corredera mi esposo quedó de cuadros, bebé de rayas yo de flores, ellos combinaban pero yo no. Igual las fotos salieron bien pero mi mente seguía torturándome y hasta casi no pude dormir pensando en lo que pudo haber sido, qué debí ponerme, qué debí hacer diferente.

Pensaba que tal vez hubiese sido la oportunidad perfecta para tomarme una foto de mis “entrando a los 30”o algo realmente romántico con mi esposo o no sé.  Muchas cosas pasaron por mi cabeza y de repente una imagen se me vino a la mente: “Adán y Eva en el Edén”. Así me sentí, inconforme con lo que tenía y comprendí que lo importante no es la ropa sino lo que hay en tu corazón, con quienes estás y cómo vives el momento. Y sí, siempre pensé que nunca me importaba lo que los demás pensaran o dijeran, pero creo que alguna parte de mí se preocupa por eso sin necesidad, en ocasiones creo que llego a envidiar inconscientemente a los demás, y es que tendemos a ser inconformes con lo que somos o lo que tenemos. También me di cuenta que muchas veces vivo con miedo al futuro, pero ese sólo Dios lo conoce.

Pequeña crisis de los 30me di cuenta que ya no se trata sólo de mí, sino de mi bebé y mi familia, que no me interesa tener una foto sola sino con mis dos amores, que no importa si la combinación es nula, es sólo una foto, hay que disfrutar el momento, ya que final la foto no nos servirá de nada. 

Vivimos en un mundo tan inmerso en la tecnología y en lo digital que olvidamos vivir y marcar en nuestras mentes ese momento mágico. Recuerdo que toda mi vida me entristeció que no tenía fotos de bebé con mis abuelas pero mi hermana sí, y ahora pienso que tampoco tuve con mi abuelo y ¡cómo lo disfruté mientras vivió! Tengo recuerdos vívidos junto a ellos que me llenan de inmensa alegría.

Veo mi celular y me pregunto qué haré con todas las fotos que tengo de mi bebé y apenas han pasado poco menos de cuatro meses, y la verdad es que probablemente nada.

Vivir el día a día y disfrutarlo como si fuera el último, y que si resulta ser así, podamos sentir que fue lo máximo.
Tener fotos y vídeos para recordar
, es lindo, pero antes la gente no sabía de eso y sus largas vidas llenas de felicidad se reflejaban en sus rostros.
March Simpson en la película sólo se preocupó de salvar el vídeo de su boda porque decía que era lo más importante para ella y al final lo sobrescribió para darle un mensaje a Homero que lo que valía en realidad era su familia.  Pues así me siento yo, no tendré las mejores fotos, no seré la más creativa y detallista para las cosas, ni tendré los bienes más lujosos, entre otras cosas, pero la verdad es que no necesito más. 

Es como cuando salí de Panamá, fue con dos maletas llenas de ropa y una cruz que fue un regalo de bodas y su simbolismo es especial. Mi esposo y yo, solos agarrados de la mano dejamos padres y hermanos a quienes extrañamos demasiado, pero nos acercamos más a Dios, como nueva familia sacramentada, y ahora con nuestra pequeña bendición.

Cumpliré 30 en unos 15 días, y sólo puedo pensar en darle gracias a Dios por todo lo que me ha permitido vivir. Gracias por mi familia y amigos, por lo que me da y lo que me quita, por todas sus promesas.
Él ayer le tomó fotos a mi interior
, fotos de gozo pero también de llanto, retratos realistas y espontáneas, imágenes que me mostraron lo que soy, lo que tengo y lo que valgo. Ojalá todos tuviéramos la oportunidad de ver ese álbum de fotos especial, poder sonreír y dar gracias.

Muchos recuerdos faltan por venir, que mi corazón y mi mente sean quienes capturen esos momentos especiales y que en cada uno esté la huella de Dios.